ENFERMEDADES
CARDIOVASCULARES
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Comúnmente conocida como el Asesino Silencioso, ya que comúnmente no da síntomas. Se trata del aumento anormal de las cifras de presión sanguínea dentro de las arterias. Esta enfermedad no tiene cura en el 95% de los casos y únicamente se puede controlar con dieta, ejercicio y medicamentos, con un adecuado control el pronóstico es muy favorable. El 5% de casos restantes puede tener una cura definitiva. Para determinarlo, se requiere una correcta valoración y estudios complementarios.
Las Hipertensión Arterial puede tener complicaciones agudas, es decir, súbitas. Estas son: insuficiencia cardiaca aguda, infarto agudo de miocardio, arritmias potencialmente letales, angina de pecho, hemorragias en retinas, hemorragia cerebral o edema cerebral, coma y muerte.
Las Complicaciones crónicas de la Hipertensión Arterial son igualmente graves, pero se presentan de forma insidiosa casi siempre sin dar síntomas hasta que los daños son severos e irreversibles.
Contamos con los estudios y tratamientos para que puedas obtener un control más efectivo de la Hipertension Arterial
INSUFICIENCIA CARDÍACA
Es la incapacidad del corazón para bombear sangre en cantidad suficiente al resto del organismo. Por lo general, es una complicación de otras enfermedades que han afectado severamente al corazón a lo largo del tiempo. Por ello, no sorprende que la Insuficiencia Cardiaca sea más mortal e incapacitante que muchas otras enfermedades tales como algunos tipos de cáncer.
Para obtener un diagnóstico de certeza y ofrecer un tratamiento óptimo, se requiere de la realización de un ecocardiograma.
INFARTO AGUDO DEL MIOCARDIO
El infarto de corazón o llamado comúnmente “ataque cardiaco” se produce por el cese abrupto de circulación en una arteria coronaria con la consecuente muerte del tejido cardiaco. La causa principal de Infarto es la trombosis coronaria, es decir, la formación súbita de un coágulo dentro de dicha arteria. Un infarto de miocardio puede causar la muerte del paciente en cuestión de minutos, por lo que es una verdadera emergencia y debe ser tratado con medidas de soporte, fármacos y mediante un cateterismo cardiaco y angioplastia coronaria urgente para restablecer el flujo sanguíneo.
ANGINA DE PECHO
Es un síntoma resultado de la falta de circulación adecuada en las arterias coronarias, la enfermedad como tal se llama Cardiopatía Isquémica. La angina de pecho se percibe como un dolor tipo opresivo en el centro del tórax o hacia el lado izquierdo, habitualmente aparece con ejercicio o estrés y desaparece en reposo, dura menos de veinte minutos y su intensidad puede variar.
Puede acompañarse de sensación de falta de aire, mareo, náuseas y desmayo. La angina de pecho puede llevar a un infarto agudo de miocardio o comúnmente llamado ataque cardiaco.
El diagnóstico de la Angina de Pecho es clínico y se corrobora con estudios no invasivos tales como ecocardiograma o prueba de esfuerzo. Para restaurar el flujo de sangre en las obstrucciones coronarias puede ser necesario un cateterismo cardiaco con el implante de una endoprotesis dentro de la arteria obstruida que permitirá su apertura y restablecimiento de la circulación.
ARRITMIAS
Las arritmias cardiacas son variadas. Todas ellas representan alteraciones en el circuito eléctrico del corazón que producen cada uno de los latidos. Por ello, las pulsaciones o latidos son irregulares. Existen arritmias que enlentecen el ritmo del corazón, otras lo aceleran y otras más tienen ambos efectos. Algunas arritmias se consideran esencialmente benignas ya que no ponen en riesgo la vida del paciente. Por el contrario, hay otras que son letales.
Los síntomas que producen las arritmias varían desde casi imperceptibles hasta muy severos y no van en relación a la gravedad de la arritmia, ya que una arritmia letal puede no dar síntomas y una arritmia benigna puede ser prácticamente limitante para la vida diaria del paciente. Los síntomas de las arritmias son igualmente variados, entre los que estacan las palpitaciones, el mareo, sensación de falta de aire, dolor de pecho, desmayo, etc.
DISPLIDEMIAS
Estas se refieren a todas aquellas alteraciones que conllevan a altos niveles de colesterol y/o triglicéridos en la sangre. Contrario a lo que se piensa, la principal causa de colesterol y/o triglicéridos elevados no obedece a los malos hábitos alimenticios, si bien éstos son determinantes como factores de riesgo cardiaco. Las alteraciones propias del metabolismo en un individuo en particular pueden producir altos niveles de colesterol y triglicéridos. Así también, algunas enfermedades propician dislipidemias tales como la diabetes y el síndrome metabólico. Otras causas son genéticas, algunos medicamentos también las pueden producir. No existe ninguna relación estricta entre la conformación de un paciente y sus niveles de grasas en sangre. Una persona con sobrepeso puede tener un perfil de grasas normal mientras que un individuo delgado puede tener peligrosamente elevados sus niveles de colesterol de forma permanente.
El diagnóstico se realiza mediante la determinación desglosada de los diferentes tipos de colesterol y de triglicéridos en una muestra de sangre que se analiza en un laboratorio. Idealmente se solicitan otros análisis complementarios. El tratamiento de los altos niveles de estas grasas en sangre se basa en adoptar una dieta cardiosaludable, dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, hacer un régimen de ejercicio determinado y puede incluir algunos medicamentos.
Las consecuencias de tener altos niveles de colesterol “malo”, bajos niveles de colesterol “bueno” y/o altos niveles de triglicéridos son primordialmente los Eventos Vasculares en el corazón (infarto de miocardio), en el cerebro (embolia), y otras diversas afecciones. Lo importante es prevenir, diagnosticar y tratar la dislipidemia de forma oportuna.